Va de Series…porCésar del Campo de Acuña
Norteamérica tiene nombre y apellido
Nombre Original: Eastbound & Down.
Nombre Nacional: De Culo y cuesta abajo.
Número de Temporadas: 4 temporadas.
Número de Episodios: 29 Episodios.
Duración de Cada Episodio: 28 Minutos.
Recomendado Para: Mayores de 18 años.
Genero: Comedia negra. Comedia.
Canal original: HBO.
Canal por el que es emitido en España: Canal +
Si hay un par de palabras que me fastidia encontrar en una misma frase son transgresor/ora e irreverente. Personalmente las encuentro como las catalizadoras de la afirmación progresista de turno (que por cierto, de progresista tiene bien poco) y eso es algo que me saca de mis casillas (como dijeron en cierto episodio de los Simpsons: ¿dinámico y paradigmático no son de esas palabras que solo utilizan los tontos para hacerse importantes?…pues lo mismo es aplicable a transgresor e irreverente). Yo es ver un cartel de una comedia en el que ponga alguna de las palabritas de marras y es ponerle una cruz de esquina a esquina.
El caso es que, por mucho que me moleste el uso de estas palabras, hay veces que no encuentras sinónimos mejores para definir algo que casa a la perfección con el significado de los citados vocablos y eso mismo el lo que ocurre cuando tratas de describir de manera genérica esa sobresaliente comedia negra que es la serie De Culo y cuesta abajo. Gamberra (otro termino que detesto), irreverente, transgresora, políticamente incorrecta, acida…clichés literarios sumamente fáciles de atribuir a una ficción de tan sugerente titulo (en versión original titulada Eastbound & Down). Personalmente a esa retahíla de tópicos me gustaría sumar los de inteligente, reflexiva, mordaz e hiriente.
La acción de esta comedia nos lleva a conocer a Kenny Powers (Danny McBride), un jugador de béisbol profesional caído en desgracia, extremadamente egoísta, misógino y grosero que se ve forzado a volver a su pueblo natal como profesor de educación física. Aun siendo para el una situación humillante, Kenny no deja de comportarse como si fuera una estrella y todo el mundo le debiera devoción por su mera presencia. Esta particular actitud ante la vida le traerá no pocos problemas a el y a su entorno más cercano en las cuatro temporadas que componen esta sorprendente creación de la HBO.
Danny McBride, Ben Best y Jody Hill hacen un retrato satírico de la percepción que el mundo tiene de los Estados Unidos por medio de la figura de Kenny Powers. A nivel personal encuentro, o quiero creer que más allá de la clásica historia del perdedor que trata de volver a lo más alto, encontramos una serie en la que se refleja a la perfección los sentimientos que la actitud estadounidense genera en el resto de naciones. Powers es autoritario, egoísta, bocazas, fanfarrón, un nostálgico enfermizo de sus buenos tiempos, irresponsable, inmaduro y basto hasta decir basta…en esencia se trata de un retrato bastante fidedignos de la opinión generalizada del país de las barras y estrellas desde que entramos en el nuevo siglo y como pasa en la vida real, por mucho que nos moleste esa cuestionable realidad, seguimos sintiendo fascinación por la figura que genera tal juicio y en De culo y cuesta abajo la personifica un tipejo al que podríamos llamar “El Torrente Americano” y como el personaje creado por Santiago Segura, el interpretado por McBride causa adicción, fundamentalmente porqué todos conocemos a un Kenny Powers o guardamos a uno en nuestro interior bajo capas y capas de filtros.
Por otro lado la amarga (y en más de una ocasión surrealista) representación del sueño americano unido al carácter reflexivo de las conclusiones a las que llega el antihéroe protagonista resultan edificantes a varios niveles. Si bien es cierto que encuentro una critica brutal a la Norteamérica de hoy, resulta evidente que los guiones tratan de dar una bofetada al espectador presentando una serie de extremos que ven como ajenos en su vida pero que sin embargo, probablemente, sean más cercanos de lo que les gusta reconocer. De culo y cuesta abajo parece señalar a todos aquellos que empiezan una frase diciendo algo como: “yo no soy racista, pero…” o a los que nos quejamos de lo que no tenemos sin saber valora con lo que ya contamos.
Desde un punto de vista técnico, como otras producciones HBO, la serie es un diez. Partiendo del logrado diseño de producción, pasando por un acertadísimo casting en todas y cada una de las temporadas, así como por la agilidad y frescura de sus guiones De culo y cuesta abajo supera con creces a series mucho más famosas y populares. La banda sonora resulta sobresaliente y acentúa la acción de cada uno de los cortos (aunque intensos) capítulos a la perfección. Sumen a toda esta retahíla de bondades los pocos episodios que componen las temporadas de este frenético viaje y obtendrán una ficción de trama general, perfectamente segmentada en temporadas de corte independiente pero fantásticamente bien hilvanadas con la historia global.
Dejando a un lado su soez vocabulario, las barbaridades y al impresentable, aunque fascinante, protagonista De culo y cuesta abajo es una de esas series que merecen la pena ver no solo por su humor hiriente, sino por todas las insinuaciones que apuntan a una realización más elevada y pensada de lo que en un principio deja entrever. Un éxito inolvidable no apto para todos los paladares, capaz de sorprender gratamente si se le da la oportunidad.
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